martes, 8 de enero de 2008

Entrevista a Joaquín Cuevas Aller . Diario de León

«La manipulación de la historia de León empezó ya en el siglo XIII»

Avisa de que este «Historia de Asturias y León. El nacimiento de España» va a causar impacto: «Castilla ha minimizado la importancia del reino leonés desde la Edad Media»

«Ningún rey de Castilla se intituló también rey de España, ni siquiera sabían lo que eso significaba, pero sí los monarcas de Asturias y de León, que son los verdaderos forjadores de la idea de España».

Éste, junto a muchos otros datos e informaciones, es uno de los argumentos que expone Joaquín Cuevas Aller en Historia de Asturias y León. El nacimiento de España (edición conmemorativa del 1.100 aniversario del Reino de León), su nuevo libro que ya está en las librerías.

-¿Qué aporta este libro que no aporten otros? -

Este libro es completamente distinto a todos los demás. Cuando uno en el Bachiller estudiaba historia de España, daba por hecho de que todo aquello era verídico, pero cuando te pones a indagar a fondo, te das cuenta de que las cosas no cuadran.

-¿Y qué es lo que no cuadra? -

En cada historia oficial el reino de León aparece siempre como una simple «pincelada»; ahora, cuando te lees veinte historias, esas veinte pinceladas forman un cuadro entero. Y es que todas las historias oficiales están cortadas por el mismo patrón, beben de las mismas fuentes manipuladas.

-¿Qué cuentan? -

Cosas como que Castilla hereda la tradición del reino visigótico (en realidad no tenían ni idea de lo que era eso) y que fundó España. Estas cosas las dijeron hasta Ortega y Gasset o Marañón. España se funda en el 722, con el reino de los astures. Si fuera así como dicen ellos, hasta 1037 que nace Castilla, ¿qué pasó en todo ese tiempo, qué hicieron los asturleoneses? ¿de dónde viene esa mentira, esa manipulación?

-Eso, ¿de dónde procede exactamente? -

Todo surge en el siglo XIII: el primero fue el arzobispo de Toledo y canciller de Castilla Rodrigo Jiménez de Rada, autor de De Rebus Hispaniae . En esta obra apenas se cuenta prácticamente nada de León con objeto de engradecer a Castilla, y todo eso lo retoma el rey llamado el Sabio, Alfonso. Otro historiador, Ambrosio de Morales, en el siglo XVI, dijo que el reino de León se deshizo en el de Castilla como el río Guadiela, «que siendo notablemente mayor que el Tajo, pierde su nombre al desembocar en él. No perdió el reino de León su nombre, más perdió la precedencia y la dignidad», escribe textualmente.

-¿Y desde entonces se ha seguido esa línea de pensamiento, sin oposición? -

Sí, porque toda la historia de Castilla se ha basado en leyendas y en cantos de gesta básicamente ficticios (El Cid, Calatañazor, la jura de Santa Gadea...), tal y como comenzó haciendo Jiménez de Rada, y no en verdaderos documentos. Fíjate que el 50% de toda la documentación medieval de España está en la provincia de León; en Castilla, apenas el 4%.

-Pero alguien investigaría esa documentación verdadera, habría otras líneas de investigación, ¿no? -

Sí, uno de los más famosos historiadores del siglo XVIII, Manuel Risco, que además era castellano, no leonés. Vino aquí a estudiar nuestros documentos y dejó en ridículo a todos sus colegas; pero, lamentablemente, nadie siguió su pauta.

-¿Qué demuestra, pues, principalmente, su nuevo libro? -

Desenmascara sin piedad alguna las historias más manipuladas y tergiversadas, y todo ello con argumentos apoyados en textos medievales, con datos bien documentados. La conclusión es que Asturias y León fueron los padres de nuestro país, fundaron España.

-En este libro incluye el reino de Asturias; hasta ahora sólo había abordado el de León en sus obras. -

Es que es lo mismo, es el mismo reino, el de Asturias y el de León: tan sólo cambió de nombre cuando la capital pasó de Oviedo a León.

-¿Los reyes asturleoneses se llamaban también a sí mismos reyes de España? -

Así es, ya desde Alfonso II de Asturias. Los castellanos no sabían lo que era España, Castilla no era más que una especie de provincia de España. Mira, en la portada de mi libro aparecen la Cruz de los Ángeles y Alfonso VI, rey de León; que no de Castilla, como se le llama a menudo: es como si a Juan Carlos I le llamamos «rey de Murcia»; claro que lo es, pero eso supone degradarle, quitarle la máxima categoría, que es la de rey de España; eso pasaba con León, ser rey de León era la máxima dignidad.

-Entonces, ¿cuándo cedió el testigo León? -

La toma de Toledo por parte de Alfonso VI fue un momento excepcional, era la antigua capital de los visigodos, y en ella residía el cardenal primado de España, la máxima autoridad frente al Papa. Pero el cardenal de Santiago respondió que esa dignidad habría de recaer sólo en él: entonces se decidió que aquel cargo perteneciera al reino de Castilla, y León siguiera con Santiago. Después, por causas de sucesión y otras, Castilla se quedó con todo el reino de Toledo y entonces, claro, ya era mayor, ya tenía más territorio. Alfonso X culminó el proceso ordenando que en la Universidad de Salamanca se enseñara en latín y castellano, y no en portugués y leonés, que eran entonces las lenguas más habladas.

Fdo: E. Gancedo

Publicado en en Diario de León el Martes, 8 de Enero de 2008.

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